«Conversation rules the nation. You talk women out of their panties, see what I’m saying, you talk men into doing what you want them to do for you. – Kevin Mitnick, hablando acerca del social engineering.
Al menos en la cultura norteamericana, los problemas se plantean a partir de «we need to talk» y posteriormente de «having a deep conversation», sugerir que el obstáculo fue superado al decir «after a long conversation»…
… aunque no vea yo la relación de haber tenido esas conversaciones, y haber resuelto o cambiado algo… y en teoría el diálogo transforma… solo si estamos dispuestos a comprometernos con el otro…
Tal vez el diálogo sea el único medio que tenemos para poder mover algo, pues no hay acción que no sea precedida por un acuerdo, por una verbalización de ese acto -estructuración de la acción en algo tan simple como sujeto-verbo-predicado…
Pero ¿cómo lograr que la palabra sea vinculante? La vergüenza pública del que no sigue lo que dice (walk the talk) parece no ser suficiente… porque podemos decir que donde dije digo dije Diego, aún grabado en blockchain… y no pasa nada; al final se hará lo que en el fondo ya estaba decidido y acordado con uno mismo, ya nos encargaremos después de las consecuencias con los terceros -esa tercerización tan típica de nuestros tiempos.
En un mundo generado por el lenguaje, la palabra se materializa:
«…¡Cuidado! El ciclista cayó a tierra. El cura, sin detenerse, me dijo: ¿ya vio usted lo que es el poder de la palabra? – Gabriel García Márquez, 1997
… aunque no valga nada, pues todo contrato se puede romper, todo testamento se puede sobreseer. ¿Cuál será la última instancia donde se puedan dirimir las diferencias? Hemos llegado muy lejos sin entidades absolutas, y cuando las hubo en realidad el progreso era limitado…
Tal vez el relativismo no sea tan pernicioso como algunos pensamos.







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